viernes, 6 de mayo de 2011

Rebeldes sin causa

Los libros que edita Caja Negra nunca fallan conmigo. Dos de ellos son "Maintenant" de Arthur Cravan y "Relatos de un bebedor de éter" de Jean Lorrain.



** "Arthur Cravan. Poeta, boxeador, dandy (“cuando veo a alguien mejor vestido que yo me escandalizo”), viajero compulsivo, ladrón, falso marchand, maestro de la invectiva y provocador magistral, quizás la única actividad que Arthur Cravan desarrolló insistentemente a lo largo de su vida fue la del escándalo. Sobrino de Oscar Wilde, participa del linaje de escritores que han hecho de su vida la primera y mayor de todas las artes".
Él mismo se presenta en uno de los números de su revista como "Artur Cravan, embustero, marino del Pacífico, mulatero, recolector de naranjas en California, encantador de serpientes, ratero, sobrino de Oscar Wilde, leñador en los bosques gigantescos, ex campeón de boxeo en Francia, nieto del canciller de la reina, chofer de automóvil en Berlín, ladron, etc.,etc.,etc."




** "Jean Lorrain (1855-1906) fue poeta, cuentista, novelista, homosexual declarado (afecto al maquillaje, las joyas y los perfumes; su amigo Jules Barbey d’Aurevilly se refería cariñosamente a él como “Monsieur La Putain”) y, principalmente, toxicómano. Su desmedida y duradera pasión por el éter, que como el láudano, la morfina o el opio circulaba cuantiosamente por los cenáculos literarios decadentistas del fin de siècle, le valieron nueve úlceras en el intestino que terminaron por matarlo. Estos breves relatos sobre eteromanía, en cuyo título resuenan las Confesiones de un opiómano inglés de Thomas de Quincey, retratan sutilmente las sombrías alucinaciones provocadas por el abuso de esa droga y por la excesiva exposición a otros “tóxicos” complementarios: el alcohol, la literatura y el arte. Caricaturas mórbidas, perversas, excesivas del dandy baudeleriano, a los personajes que habitan estas páginas el desarreglo de los sentidos no les depara ningún paraíso, más bien todo lo contrario: sólo paranoia, confusión y un sistema nervioso colapsado".

Dos personajes con mucho en común: polémicos, escandalosos, excesivos, ambos generaban controversia criticando y provocando en su obra a los artistas, a la crème de la crème, del momento.

Arthur Cravan fue el único editor y redactor de la revista Maintenant, que publicó cuatro números entre 1912 y 1915 y que compila poemas, relatos y crónicas sobre André Breton, Trotsky, Duchamp, entre otros personajes del arte moderno y las vanguardias políticas e históricas.
Jean Lorrian es considerando uno de los mejores escritores fantásticos de su época. También entra dentro de la bolsa decadentista. La postura decadente refleja la exaltación del arte por el arte mismo, minimizando las funciones morales y sociales de la literatura; refleja el rechazo hacia el arte pasivo y aristocratizante.

En sus múltiples provocaciones Cravan apuntó hacia Apollinaire, André Gide, Robert Delaunay, entre muchos otros; terminó en conflictos con la policía y visitas a la cárcel por sus picardías de escritor anti-artista. "Artistas, me cago en Dios! Dentro de poco en la calle no veremos más que artistas y tendremos toda la dificultad del mundo para encontrar un hombre", se queja Cravan. Y, para que no quede ninguna duda sobre su postura, en el nº5 de Maitenant dice: "No pudiéndome defender en la prensa contra las críticas que han insinuado hipócritamente que me asemejo a Apolliaire o a Marinetti, les advierto que, si empiezan de nuevo, les voy a retorcer los órganos sexuales". En "La Exposición de los Independientes" Cravan realiza una crítica despiadada -y excesiva- a los pintores del momento. Pero aquí lo dice en pocas y mejores palabras: "Tienen ustedes que meterse en la cabeza que el arte es para los burgueses y yo por burgués entiendo: un señor sin imaginación".

Por otro lado, Lorriane también hizo de las suyas: fue enjuciado y multado por denigrar a sus contemporáneos en sus relatos, se batió a duelo con Marcel Proust y casi lo hace con Guy de Maupassant. Se dice que Paul Valery y André Gide (otra coincidencia!) lo acusaron de plagio.
Desde mediados del sigo XIX, entre los cículos cultos de sociedades acomodadas, se había impuesto la moda de inhalar éter (varios escritores escribían sobre el tema y otros hacían apología al uso de tóxicos). En estos relatos podemos sumergirnos en un mundo 'Poesco' que oscila entre lo real y onírico, a veces indescifrable y otras atribuido explícitamente a las alucinaciones producidas por el consumo del éter.

Lorriane muere a los 51 años. Todo el París del arte acompañó su féretro hasta Saint- Lazare donde luego fue embarcado hacia Fécamp.

Cravan desapareció en 1918. Hay varias versiones sobre su muerte. Iba a encontrarse aquí en Buenos Aires con su gran amor, Mina Loy, pero nunca llegó. Se dice que pudo haber muerto ahogado, durante una tormenta, cruzando el golfo de México en un bote a vela en el intento de reunirse con Mina. También existe la versión que cuenta que muere en un enfrentamiento con la policía montada en la frontera entre México y Estados Unidos.

Bueno, después de todo, quién les quita lo bailado...


2 comentarios:

  1. Coincido, grandes personajes del arrabal mundial. Muy interesante y felicitaciones por la vitácora cibernética.
    Beso

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